Mallorca, la mayor de las Islas Baleares, cuenta con un clima suave durante todo el año, pero es sobretodo en verano, cuando se convierte en punto de encuentro para personas venidas de distintos lugares, en el cual disfrutar sus unas vacaciones junto al mar Mediterráeno.

Lo que le puede ofrecer Mallorca, es mucho más que unas vacaciones de sol y playa. En la ciudad de Palma, encontrará arquitectura gótica, enmarcada en un casco antiguo, lleno de rincones cargados de historia por descubrir. Playas vírgenes de aguas cristalinas, en entornos ajenos a los centros turísticos. Pequeñas poblaciones en el interior y en las montañas, donde la vida sigue su ritmo pausado, a menudo convertidos en refugios de gentes diversas, venidas de cualquier parte del mundo, que se entremezclan con la población autóctona, formando parte de esta Mallorca más auténtica. Sin olvidar sus paisajes, fuente de inspiración de artistas como el poeta británico Robert Graves, que murió en Deià donde está enterrado, el compositor polaco Frederic Chopin, durante su estancia en la Cartuja de Valldemossa con George Sand o el pintor Joan Miró, entre otros muchos.